¿Qué tipos de crianza existen?

La crianza de los hijos es la orientación de los padres a incidir en la supervivencia, el bienestar y el aprendizaje de los hijos. Entonces, ¿Qué tipos de crianza existen?

Actualmente hay padres de familia que prefieren entretener a sus hijos con los aparatos electrónicos, enviarlos a clases extracurriculares todo el día y no preocuparse con los estilos de crianza. Sin embargo, el contacto humano en especial cuando se educa a un menor es primordial en su desarrollo. Por ejemplo, los casos de tiroteos continúan sucediendo, principalmente en Estados Unidos, las autoridades y medios encuentran en los juegos de video un blanco accesible al cual pueden señalar. Los 90 tiroteos masivos en Estados Unidos son cerca de un tercio de los 292 ataques que se han registrado en el mundo. Mientras que Estados Unidos tiene el 5% de la población mundial, ese país involucra al 31% de los tiroteos masivos.

Precisamente porque los padres dejan a los hijos por mucho tiempo jugar o navegar en internet, ven e interactúan con las actividades violentas, sin darse cuenta de que pueden propiciar a que actúen de mala manera e incluso cometer delitos. 

Es fundamental tener en cuenta que ser menor de edad no garantiza impunidad ante un acto delictivo. Dependiendo del caso, los tutores legales del menor, incluso si no son sus padres biológicos, podrían ser llevados a la cárcel.

Existen cuatro estilos principales de crianza:

• Autoritario: Implica que los padres imponen controles estrictos y restricciones de comportamiento. Se enfoca mucho en la disciplina y se brinda poco apoyo emocional, lo que resulta en una falta casi total de vínculos afectivos.

• Democrático: Se caracteriza por relaciones entre padres e hijos que fomentan el diálogo y promueven la independencia de estos últimos.

• Permisivo: Se caracteriza por dificultad para establecer límites y se destaca por una baja o nula exigencia hacia los niños y adolescentes. Como resultado, los niños terminan haciendo lo que desean.

• Pasivo: Los padres muestran indiferencia, son poco accesibles y tienden al rechazo. En ocasiones, pueden estar ausentes, lo que lleva a los niños a tener baja autoestima y poca confianza en sí mismos.